Cuando oímos la palabra EDUCACIÓN,
se nos vienen a la mente múltiples significados que dependen de la
persona, la situación, el contexto... Las diferentes definiciones de la
palabra educar nos hablan de transmitir conocimientos, dirigir y
encaminar, desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven e, incluso, de desarrollar las fuerzas físicas.
Sin
embargo, la educación va más allá de esta cara aparente de la palabra
educar. Se sumerge en un ámbito extenso en el que hay cabida, entre
otros, para evaluar los resultados, realizar innovacones y para lo que
constituye un aspecto de gran relevancia: la INVESTIGACIÓN y la OBSERVACIÓN.
A
lo largo de este blog, con el que pretendo simular el inmenso océano en
el que nos sumergimos al adentrarnos en la Educación Infantil, se
profundizará en aspectos relacionados, principalmente, con la
investigación-acción. Ésta nos permite abrir un mundo de posibilidades
que por una o varias razones no nos atrevemos a enfrentar.
Si
somos capaces de perder los miedos y la comodidad, e ir un poquito más
allá, siendo innovadores y emprendedores, valiéndonos de todo lo que
tenemos a nuestro alrededor para poder perfeccionar nuestra práctica
educativa, con firmeza absoluta podremos desarrollar procesos de
enseñanza-aprendizaje fruntiferos y beneficiosos tanto para el alumno
como para el docente.
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